sábado, 28 de abril de 2012

¿Defecto o virtud? - Se busca respuesta

   Tengo una pregunta que me corroe por dentro desde hace largo tiempo: "¿dónde está el punto que separa la virtud del defecto de la ambición?". 


   Me explico. Está claro que la ambición en exceso es un defecto, puede acarrear malas consecuencias, incluso puede destrozar la personalidad del individuo hasta el punto de convertirlo en alguien tan competitivo, tan ansioso e insaciable, que sea insoportable.

    No obstante, todo hombre necesita de ambición para llegar lejos en la vida, si no nos marcamos metas altas, nunca llegaremos a sobresalir por encima del resto, viviremos en la sombra, sin hacer ruido: pasaremos desapercibidos y no dejaremos huella.

    Siempre hay algo más por conseguir, una cima más alta que alcanzar, un reto por asumir. Ahora bien, ¿hasta qué punto?, ¿dónde está esa línea que separa la virtud del defecto? ¿acaso no es una línea, sino una degradación de la virtud en defecto? en ese caso ¿cómo situarnos en qué punto estamos?- nadie ha dibujado jamás los grados de esa gradación en una tabla. Algunos dirán que cuando tus amigos o familiares se den cuenta te lo dirán, pero ¿y si callan por no ofender? ¿y si se quejan pronto de tu ambición porque no tienen metas tan altas y no comprenden tu ímpetu por llegar más lejos?

    A la espera de una respuesta me hago esta pregunta frecuentemente, sin resultado alguno pues no hallo solución al problema, ni avanzo en mis razonamientos. Por ello me muestro abierto a opiniones y os animo a comentar esta entrada.

José María A.

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